martes, 2 de octubre de 2007

El árbol de los Amigos

Bueno chic@s, ya que por fin puedo poner entradas en el blog, y hecha la crónica oficial de feria por Mercedes (saludos, Mercedes), aquí os propongo un poema de Borges que me encanta y que seguro que conoceis (que ya sabemos todos lo que es reenviar power point), pero os gustará releerlo:

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices
por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar
y hay otras que apenas vemos entre un paso y otro.
A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.
El primero que nace del brote es nuestro amigo papa y nuestra amiga mama,
que nos muestran lo que es la vida.
Después vienen los amigos hermanos,
con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros
y luego pasamos a conocer a toda la familia de hojas
a quienes respetamos y deseamos el bien.
Pero el destino nos presenta a otros amigos,
los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.
A muchos de ellos los denominamos amigos del alma y del corazón.
Son sinceros,
son verdaderos.
Saben cuando no estamos bien,
saben lo que nos hace ser felices
y lo que necesitamos sin que se lo pidamos.
A veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón
y entonces nos hemos enamorado y tenemos un amigo enamorado.
Ese amigo da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios,
saltos a nuestros pies.
Más también hay de aquellos amigos por un tiempo,
tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas.
Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro,
durante el tiempo que estamos cerca.
También hay amigos distantes,
aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla
siempre aparecen entre una hoja y otra y aunque no los vemos seguido
están siempre cerca en nuestro corazón.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima
y perdemos algunas de nuestras hojas,
algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones.
Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría.
Son recuerdos de momentos maravillosos
de cuando se cruzaron en nuestras vidas.
Cada persona que pasa en nuestra vida es única
y siempre, siempre, deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Os deseo, hojas de mi árbol, paz, amor y salud, hoy y siempre.
Sin embargo, habrá también los que se llevarán mucho
y, habrá de los que no nos dejaran casi nada.
Esta es la situación en la que se comprueba
que dos almas no se encuentran por casualidad.

2 comentarios:

mercedes dijo...

Bueno "HOJAS"...que lleva razón el señor Borges. Cada uno de una manera diferente, forma parte de nuestro árbol. Supongo que también una misma hoja, pasa por varias etapas, siendo a veces una hoja distante, otras veces una hoja constante, otras una hoja enamorada...pero lo bueno es saber que están amarraditas fuerte fuerte, y que por mucho viento que sople, se mantienen ingrávidas, con la firme certeza de que su árbol, las alimentará un invierno más.
Por si a veces soy una de esas hojas que se esconde entre otras muchas, quería decir que agradezco a todos esos árboles que siguen confiando y alimentando a esta humilde hoja para que siga firme en su copa.

jeje, qué verde ha salido este comentario.
bueno, muchos besos feos!
ah! y antonio, hazme el favor de escribir algo tuyo, que a mi el señor Borges me parece estupendísimo, pero ya sabes que tu fan nº1 está esperando nuevas publicaciones...jeje
y que no te he dicho ná...pero que me encanta lo que has escrito para el libro de feria.

Anónimo dijo...

FELIZ NAVIPEICH A TODOS ESOS AMIGOS!!

un beso y un abrazo enorme

Cristina